Los 7 pecados capitales de una landing page

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¿Alguna vez has llegado a una página de aterrizaje y, acto seguido, has salido directamente de allí en apenas unos segundos? Esas páginas son auténticas obras de arte que parecen diseñadas para incrementar el índice de rebotes. Si quieres evitar que tus visitantes hagan lo mismo, presta atención a los 7 pecados que nunca debes cometer cuando crees una landing page.

[caption id="attachment_19794" align="aligncenter" width="500"]landing page El rebote en una landing page es la pesadilla de todo marketer[/caption]

1. El titular es ambiguo, impreciso y generalizado

No hay nada peor que empezar a leer una landing page y encontrarse con un titular que no te dice absolutamente nada y con el que no te sientes identificado. ¡No seas perezoso! Los titulares de una  buena página de aterrizaje deben estar dirigidos específicamente a nuestro cliente objetivo; una persona muy concreta con necesidades y problemas concretos. Hagamos un mini-test. ¿Qué titular te parece que conseguirá más conversiones?
  • Opción A: ¡Adelgaza rápido y bien!
  • Opción B: ¡Elimina definitivamente la grasa de los glúteos y abdomen y vuelve a lucir el bikini este verano!
¿Es necesario que te diga cuál es la opción que generará mejores conversiones?

2. Descripción de las funciones del producto en lugar de sus ventajas y beneficios

¡A quién le importa que esa batidora funcione con apenas 400 vatios! Ni si quiera sé lo que es un vatio exactamente. Dime, por ejemplo, lo que voy a ahorrar en la factura de la luz  o bien todos los alimentos que es capaz de licuar incluso con su reducido consumo. A la gente no le interesan las características de un producto sino los beneficios que puede obtener con él o, mejor aún, las sensaciones y emociones que tendrá al utilizarlo.

3. Inadecuada motivación

Hoy en día hay tanta competencia que, si no motivas adecuadamente a tu visitante o prospecto para que te escoja a ti, se volverá por donde ha venido. Hazte la siguiente pregunta ¿Por qué debería elegirte a ti? Dependiendo del tipo de landing page los recursos para motivar a nuestros visitantes serán distintos. No es lo mismo capturar un nuevo suscriptor que vender nuestro producto a un prospecto. Los nuevos visitantes pueden verse suficientemente motivados para suscribirse a nuestra página o boletín a cambio de algún regalo. Una guía en pdf gratuita, una serie de vídeos explicativos, plantillas para documentos... Lo que se te ocurra, siempre y cuando pueda tenerse acceso al producto de forma online. Por el contrario, un prospecto necesitará de poderosos motivos para comprar. Añade descuentos, regalos, plazos promocionales... Tienes muchas opciones, pero diferénciate del resto de propuestas en el mercado o terminarás con las manos vacías.

4. Ausencia de credibilidad

Sí, muy bien. Tu producto tiene muy buena pinta y la oferta es fabulosa, casi increíble. Pero ¿por qué demonios debería creerte? Internet está lleno de oportunistas dispuestos a hacerse con mi dinero a la primera ocasión en que me descuide.Una buena landing page debe incluir testimonios que aporten credibilidad a tu producto o servicio. Ya se trate de antiguos clientes satisfechos o de otros expertos en tu campo -¡o mejor aún, ambos!-, es necesario acreditar que aquello que ofreces funciona.

5. No hacer un split test

¿De verdad crees que la primer landing page que diseñes será perfecta? No peques de soberbia y sé un poco más humilde. Toda página de aterrizaje puede ser mejorada, y la única manera de saber qué mejoras incluir es mediante la realización de split tests. Es decir, ofrece un modelo de página a la mitad de tus visitantes y presenta una pequeña diferencia a la otra mitad. Te sorprenderá lo que un sencillo cambio en el color, el formato de las palabras, el titular, las fotografías o cualquier otro elemento de tu landing page puede generar en los ratios de conversión.

6. Ofrecer varias cosas al mismo tiempo

Una landing page debería tener un único objetivo. Satisfacer una necesidad específica del visitante y, a cambio, conseguir que éste lleve a cabo una sola acción, ya sea comprar un producto o suscribirse a nuestro boletín facilitándonos su email. Si cuando los visitantes llegan a la página de aterrizaje nos volvemos avariciosos y le inundamos con una batería de ofertas y opciones su foco de atención se dispersará. Será incapaz de centrarse en una sola opción y, por tanto, no podrá sentir un impulso concreto de llevar a cabo la acción que deseamos. Lo que nos lleva al último grave pecado.

7. Un call to action pobre

La llamada a la acción en una landing page es, quizá, el elemento más importante junto con el titular. Las instrucciones -de aquello que deseemos que nuestro visitante haga- deben ser llamativas, claras, precisas y sencillas de ejecutar. Si le pedimos que nos facilite hasta la talla de sus zapatos es probable que se harte de dar información y rellenar casillas. Si la llamada a la acción no incluye un recordatorio específico de aquello que va a conseguir, es muy probable que dude antes del click definitivo. La llamada a la acción debería estar siempre resaltada en nuestra página de ventas y acompañada de instrucciones fáciles de entender y ejecutar. Por ejemplo: “Pulsa AQUÍ para descargarte nuestra fantástica guía de Inbound marketing.” Si has sido un pecador aún hay esperanza para ti. Arrepiéntete de los pecados cometidos al crear tu landing page y emprende el camino de lo correcto, el camino del inbound marketing, el camino de la propuesta de venta única, el camino de la página de ventas exitosa.  

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